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Bombones de dátiles

Los bombones de dátiles son finos y originales. Sus ingredientes lo hacen un bocado exquisito para cualquier paladar fino y exigente.

bombon datiles

Cantidad: 2 docenas

 

INGREDIENTES

24 dátiles sin carozo
150gramos de pasta de almendras
Coñac a gusto
Chocolate cobertura semiamargo de buena calidad, cantidad necesaria

 

PREPARACION

 

El relleno

Ordenar los dátiles dejándolos prolijamente abiertos.

Colocar la pasta de almendras en un recipiente y agregarle el coñac.
Mezclar formando una pasta espesa y si fuera necesario darle más consistencia, agregarle azúcar impalpable, (glas, pulverizada) de a poco hasta lograr la consistencia necesaria para rellenar los dátiles.

Formar con la pasta de almendras un cordón lo suficientemente fino como para rellenar los dátiles.
Cortar porciones con el largo que se necesita para cada dátil.
Colocar cada porción en el dátil alisando prolijamente la superficie.

Una vez todos rellenos dejarlos en una bandeja 24 horas para que se oreen antes de bañarlos.

El baño de chocolate

Picar el chocolate y ponerlo en un recipiente resistente al calor.
Poner una cacerola chica con agua y llevar al fuego hasta que hierva.
Apagar el fuego.
Colocar el recipiente con el chocolate sobre la cacerola.
El recipiente no debe tocar el agua y debe calzar justo en la cacerola para impedir que salga vapor y la humedad malogre el chocolate.
Dejarlo hasta que el chocolate esté casi derretido.

Retirarlo del baño y para terminar de derretirlo se mezcla.
Cuando al acercar la cuchara con chocolate a la parte inferior del labio, no se percibe calor, nos indica que está pronto para bañar.

Utilizar el accesorio especial para bañar bombones o un tenedor.
Apoyar el dátil en el tenedor y sumergirlo en el chocolate.
Al retirarlo, golpear un poco el tenedor en el borde del recipiente, y así retirar el excedente de chocolate.

Apoyarlo sobre papel blanco (papel manteca, papel sulfito o tela antiadherente).
Tener cuidado al apoyarlo que la parte abierta con el relleno quede hacia abajo.
Dejar que el chocolate se endurezca y colocarlo en pirotines o directamente en un plato para servirlos.