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Cannoli rellenos muy fáciles y económicos

Su masa es muy simple y una vez cocidos y rellenos resultan de un sabor muy interesante.
Se utilizan moldes en forma de cono al igual que los que se usan para los tradicionales cañones de masa de hojaldre.
Estos moldes miden 11 centímetros de largo y tres de diámetro.

Cannoli

Cantidad: 24

INGREDIENTES
1 cucharada de azúcar
1 huevo
1 cucharada de mantequilla
1 cucharadita de vainilla
2 y 1/2 tazas de harina 000 o la que puedas conseguir (300 gramos)
pizca de sal
1/2 taza de vino blanco seco (o mitad leche y mitad vino)
Aceite cantidad necesaria

Relleno
En este caso se empleó dulce de leche pero se puede rellenar con crema pastelera, crema de chocolate etc.. Con cualquier relleno resultan sabrosos.

PREPARACIÓN
Poner en un bol el huevo junto con el azúcar y mezclar.
Agregar la manteca bien blanda e incorporarla a la mezcla anterior.

Incorporar la vainilla.
Cernir la harina junto con la sal e ir agregando de a poco mezclando con una cuchara e intercalando con el vino. Una vez incorporado todo formar una masa.

Trabajarla un poco hasta lograr una masa firme y consistente.
Formar un bollo, envolverlo en papel film y dejarlo reposar en la heladera durante una hora o más.

Para facilitar el estirado se divide la masa en trozos, se toma uno de ellos, se espolvorea la mesa con un poco de harina y se estira con el palote hasta lograr 3 o 4 milímetros de espesor.

Se cortar tiras con una ruedita de aproximadamente dos centímetros y medio de ancho por 12 o 13 de largo.
Se toma el molde, se apoya un extremo de la tira en la punta del cono y se va arrollando la masa en torno al molde pero siempre encimándolo sobre el borde de masa anterior y ajustando bien la masa para que no se abra.
La masa no debe llegar hasta el borde de molde.

Poner abundante aceite en una cacerola o sartén de bordes altos y dejar sobre el fuego hasta que esté caliente ( no hirviendo).
Poner de a pocos por vez y dejar que se cocinen despacio haciéndolos girar con ayuda de dos tenedores para que se doren parejos. Retirarlos y apoyarlos sobre papel absorbente.

Dejarlos enfriar y retirarlos con cuidado del molde.
Se vierte el relleno elegido en una manga y se rellenan los cañones.
Se sirven espolvoreados con azúcar impalpable, ( glas, pulverizada ) o se pincelan con un poco de jalea caliente.

Su masa queda bien crocante y junto con el relleno se transforman en un delicioso manjar.